ENCUENTROS Y
DESENCUENTROS
Por Lic. Melissa Valdivia
G.
Las
relaciones en la vida van generándose a
partir del contacto, de la comunicación, del gesto, de la mirada… a veces desde
el placer, otras del displacer…
Los
encuentros van surgiendo, a partir del placer de la relación, del gesto amable,
de una sonrisa y en el tiempo se sostiene. Estas relaciones pueden durar años y
alcanzar niveles de profundidad en base a los afectos, al VÍNCULO que se ha
desarrollado.
Cuando
los vínculos van siendo profundos y duraderos, se va generando la confianza
y entonces la comunicación es más directa y honesta, pudiéndose dar
algunos desacuerdos o desencuentros,
dentro de esta relación.
Y
entonces, existe la suficiente confianza para poder expresar malestares,
frustraciones, enojos o diversas situaciones
que pueda afectar a una de las dos partes. Los adultos usualmente
utilizamos el lenguaje verbal para expresarnos y decirnos con “el otro”.
En
el caso de los niños y niñas, su forma
de expresión habitual es el Juego, su lenguaje corporal. A veces parece que
están “agrediendo”, pero en realidad
están expresando su energía natural (pulsión natural), su fuerza de vida y necesitan del adulto para
que los pueda encauzar y colocarle palabras a esa acción.
Los
desencuentros, de pronto, son más habituales, ya que aún están aprendiendo a
encontrarse, a relacionarse y entonces pueden surgir desacuerdos. Las
relaciones las van afianzando a través
DEL JUEGO, este es su lenguaje, para presentarse ante “otro”, para
comunicarse, para decirse y expresar su deseo y emoción… para socializar o para buscar su espacio a solas…
es una forma de vida: el juego (el movimiento)
En
esta etapa de la vida del ser humano: La Infancia. Es importante que los niños
y niñas puedan estar en esta exploración a partir del juego, del movimiento, a
través de éste, APRENDEN; diversos significados
y contenidos, a relacionarse con la naturaleza, a confiar en el otro que lo
cuida y acompaña, a diferenciar, a ponerse en el lugar del otro, entre otras
cosas… Pero, sobre todo a disfrutar, a ser felices, que es el mejor ingrediente
de todos para GENERAR placenteras relaciones en la vida y poder asumir desde la
calma los desencuentros.
Es en el juego y sólo en el juego que el niño o el adulto como individuos
son capaces de ser creativos y de usar el total de su personalidad, y sólo al
ser creativo el individuo se descubre a sí mismo
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