CENTRO ENCUENTROS



ENCUENTROS, es un espacio de acogida para los niñ@s y sus familias. Donde a partir del juego placentero y la libertad de acción, del movimiento, ayudamos a portencializar lo que el niño y niña "saben hacer", respetado su proceso natural de desarrollo.



En este sentido a través del vínculo que se genera con el adulto-terapeuta, ayudamos a transformar la dificultad emocional-corporal que se pueda presentar. Desde la continuidad y la relación con el otro, basada en el respeto y amor; y en la confianza de que todos los seres humanos, podemos ir transformando e ir encontrando su propio camino, basado en la salud.



Estas premisas son las bases de Centro Encuentros. Trabajamos dentro de La Práctica Psicomotriz Aucouturier.







ENCUENTROS, es más que un nombre, es un espacio de acogida y de trabajo, de producción y de deseos de compartir y aprender de esta primera infancia , con todo lo que trae y conlleva, desde el placer y displacer.



Todas las personas que nos dedicamos al cuidado de pequeños, somo testigos de varias maravillas de su crecimiento , participamos de su desarrollo e intentamos guíar a los padres y adultos que intervienen.



Desde aquí les invito a participar, dialogar e intercambiar algunas teorias, ideas, talleres, ocurrencias, poemas o demás, que tengan que ver con el crecimiento y desarrollo de los niños (as) pequeños.



¡Están bienvenidos!



Un abrazo


Melissa Valdivia

Terapeuta Psicomotriz Aucouturier















martes, 10 de junio de 2014

RITMOS DE LA VIDA.... DE LA NATURALEZA

RITMOS NATURALES, RITMOS DE VIDA
Por Lic. Melissa Valdivia G.

La naturaleza nos presenta y nos muestra diariamente los diferentes ritmos armónicos en los que se mueve, crece, se reproduce y trasciende en el tiempo y en el espacio… Los seres humanos somos parte de esta naturaleza, somos parte de esta dinámica armónica, donde también crecemos, nos reproducimos, trascendemos.
Los ritmos de la naturaleza, son el camino de nuestros propios ritmos y entonces cuando sembramos una semilla en la tierra y crece,  hacemos analogías a cuando las parejas siembran su propia semilla y salen “embarazados”… al ofrecerle agua y la luz del sol a las plantas para crecer, sabemos que nosotros, los seres humanos,  también necesitamos lo mismo para vivir…
Nuestro organismo es sabio y va registrando sus propias y particulares necesidades, va siendo consciente de sus ritmos y de las cantidades de “agua y de sol” que va requiriendo. Y entonces, cuando tenemos sed tomamos agua o de pronto un jugo de frutas, cuando tenemos hambre, nos provoca una deliciosa sopa o un delicioso ceviche fresco, cuando tenemos frío buscamos abrigo… naturalmente, desde lo que nuestro organismo necesita.
Cuando se es niño o niña, son nuestros padres o los adultos que nos cuidan,  quienes nos van generando este espacio de conexión con nuestro propio ritmo natural, nos ayudan a ir registrando nuestras necesidades y entonces el niño y niña, va dándose cuenta que le gusta comer más, que prefiere por las noches, que le apetece en el desayuno… que texturas lo abriga más, que preferencia de juegos posee…  y van apareciendo “los favoritos” en varios temas.
Es así que le brindamos el espacio suficiente para que puedan elegir, desde alternativas saludables, que le permitan conectar con su organismo y su deseo,  desde el placer de ser ellos mismos. Por ejemplo: elegir entre espacio de juego o de mesa, poder comer cuando su organismo lo requiera, descansar un poco y  dejar de moverse…ir al baño cuando lo desee.
Cuando abrimos este espacio de conexión natural y orgánica; es el adulto que cuida, quien va a generar el espacio apropiado, los límites adecuados que organicen al niño y que sobre todo lo conecte con su real deseo. A veces estos límites u organización, coinciden con los hábitos u horarios comunes/generales que  nos han enseñado… a veces no.
En el actual sistema social que vivimos, lamentablemente no muchas veces se respeta esta conexión con nuestro propio ritmo natural y entonces inconsciente o conscientemente  “obligamos” a los niños y niñas (a veces a otros adultos) a comer a una determinada hora y en ocasiones “a no dejar  nada en el plato”, a jugar o practicar alguna actividad o deporte que en ocasiones no parte del deseo del niño…entre otras cosas.
La etapa infantil, que es la primera importante parte de nuestra vida (todas las demás etapas también lo son), es la que hay que cuidar y brindar todos los “abonos” necesarios saludables, para que esta base y estas primeras experiencias, sirvan como un gran recurso, del cual se puedan valer para regularse y organizarse ante las exigencias o requerimientos de las sociedades.
Como adultos, no es tan fácil, ajustarse o seguir el ritmo natural de nuestros niños. Es todo un trabajo y una apuesta. De pronto, nosotros no tuvimos la oportunidad de seguir nuestro ritmo  natural y fue un poco difícil o de pronto sí. Quizá ahora sea la oportunidad, junto a nuestros hijos e hijas de poder hacerlo, o  poder intentarlo; por y con amor. Seguimos en el camino…




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